Estas dos corrientes o herramientas para la mejora personal, desarrollo de habilidades, crecimiento personal y rendimiento en el trabajo son una ventaja al contar con ellas a la hora de realizar distintos cambios internos como lo son el promover a un nuevo líder o jefe que puede que no tenga la experiencia suficiente o que tenga dificultades particulares con su equipo o en en su propio liderazgo.
Aunque sin importar el qué o porqué del uso de estas corrientes es conveniente revisar algunas diferencias en su uso como en su utilidad:
1.- Individual o grupal: Antes de apresurarnos a revisar sus diferencias en utilidad hay que saber si estas corrientes se buscan emplear a modo más personal o general dentro de uno o varios equipos de trabajo puesto que estas no aplican igual, ni en escala ni en métodos, así que tener claro a cuáles colaboradores dirigimos este programa nos da una pauta para elegir puntualmente.
2.- Contratar a alguien externo o interno: Si bien hay certificaciones para ambas corrientes, habrá que considerar ¿qué nos es más provechoso y redituable?, el considerar si nos es más eficaz el tener alguien interno que conozca y administre estos procesos o alguien externo que nos pueda proveer más neutralidad y pueda ser más estricto en cierto sentido con la metodología y los participantes.
Una vez revisados estos aspectos un tanto generales de las consideraciones a tomar en cuenta pasamos a profundizar en las diferencias:
Coaching: se distingue por trabajar y potenciar las habilidades de una persona o grupo, usa los recursos a su alcance y trata de sacarles el mayor provecho posible para que rindan al máximo. El coaching se enfoca en establecer un macro objetivo a alcanzar como primer paso y se divide esa meta en pequeños logros, los cuales el coachee alcanzará con acciones específicas y enfocadas, acompañado por los consejos de su coach que no necesariamente es experto en el objetivo o contexto en el que se desenvuelve el coachee.
Mentoring: En esta metodología se puede ser más selectivo y específico, se trabaja mucho más a detalle y profundidad con conceptos como "creencias limitantes" y aspectos emocionales personales que están frenando el desarrollo de la persona. El mentor es un experto en el tema a tratar y sí debe de conocer el contexto en el que se desenvuelve el participante, debe estar familiarizado con los posibles problemas y situaciones que está enfrentando su cliente para poder proporcionarle las mejores herramientas para salir adelante. En esta metodología también se plantea un gran objetivo a alcanzar en un periodo de tiempo definido, generalmente 3 meses como una primera etapa.
Si estas en busca de un experto que te ayude a potencializar tu talento y alcanzar tus metas debes de ser cuidadoso a la hora de elegir, lamentablemente hablando del Coaching está muy de moda y esto ha hecho que gente oportunista utilice el tema para aprovecharse de la gente y corriendo el riesgo de usar malas prácticas que pueden poner en peligro la salud mental de los participantes.
Si lo que te interesa es tener un Mentor, es mucho más claro que tienes que buscar a alguien que de manera similar tenga experiencia en los mismos temas que tu tienes interés por trabajar y mejorar, generalmente un mentor es alguien que ha vivido experiencias similares a las tuyas y tiene la habilidad de transformar esa experiencia en recursos prácticos para tí.