Sin duda alguna la inclusión laboral en esta época es un tópico en pleno auge, si bien desde hacía ya algunas décadas se revisaba la posibilidad e importancia de esta, hoy más que nuca se busca aplicar en la mayoría de empresas, sin embargo cabe preguntarnos ¿hasta qué punto es esto legítimo y cuando se vuelve una estrategia de imagen?
Cabe aclarar que la inclusión laboral tiene bastantes beneficios para las poblaciones a las que se piensa, pero también conlleva una gama de recompensas sociales en cuanto a la imagen de la empresa que lo aplica tanto a nivel externo como interno y a continuación te las explico:
Nivel externo: una de las primeras cuestiones que podríamos visualizar como recompensa social por la inclusión es la imagen positiva que se proyecta hacia la empresa, el aura de responsabilidad y trato humano se da a entender con diversos distintivos como el de empresa socialmente responsable y el de empresa incluyente, que no solo se da a nivel privado, también a nivel gubernamental, lo cual puede generar más prestigio y renombre a la marca, únicamente por permitir a determinados individuos la cotidiana experiencia de el trabajo.
Nivel interno: en cuanto a este nivel podríamos decir que el simple hecho de saberse partícipe de un trabajo y un colectivo que permite a otros individuos con determinadas características laborar de manera cotidiana genera cierta empatía y satisfacción, al saberse mas correcto en cierta medida, también está el plus de que trabajar con este tipo de personas sensibiliza y ayuda a comprender de manera un tanto mas cercana las problemáticas y obstáculos de algunos sectores de la población y a intervenir de manera más eficaz y útil, por tanto podría decirse que mejora o se esperaría que se mejorase el trato hacia el empleado.
Es necesario sensibilizar a nuestros colaboradores, hacerles notar y saber que la inclusión no es un mero capricho si no un acto necesario, para el progreso y éxito social en cierta medida sin dejar de lado nuestros objetivos como empresa.
Acto seguido, debemos pasar a adaptar la carga laboral y posiblemente las instalaciones a las necesidades y talentos de nuestros futuros colaboradores así como adaptar nuestros requerimientos empresariales para que se logre una plena convivencia y trabajo en equipo, algunas herramientas que sería necesario adaptar de entrada serian las entrevistas laborales, los métodos de reclutamiento y seleccion, de seguimiento al empleado y los planes de carrera por mencionar algunos.
Por último, dar un correcto seguimiento y atención a las personas que laboran con nosotros, si bien no son necesariamente de nuestra área si tienen un objetivo común como equipo, el mostrar interés por el otro nos ayuda a conocernos más internamente y a resolver de manera óptima las eventualidades que la labor nos dicta dia con dia, ademas de que hoy día las habilidades sociales están al nivel de importancia que las laborales al momento de buscar y realizar un trabajo.
En cuanto a la inclusión laboral espero esto te haya sido de utilidad para descubrir si eres realmente incluyente y que te haya hecho cuestionar, en caso de que apliques la inclusión, si en verdad estas haciendo de manera apropiada este cambio cultural y si no, en que deberías mejorarlo. Recuerda, la inclusión no es una cuestión de políticas si no de actitudes hacia nuestros colaboradores.